No sabes ni que hora es, te has despertado esta mañana feliz, con resaca emocional por todo lo acontecido ayer, ha sido la mejor Navidad de tu vida, o al menos, que tu recuerdes… Te miras la mano y ahí está, es precioso, ¿estaré soñando? Te preguntas… Coges el móvil y revisas las notificaciones acumuladas de toda la noche. Felicitaciones y más felicitaciones, ya se mezclan los ¡Feliz Navidad! con los ¡Enhorabuena guapa, me alegro por vosotros!

Así que, poco a poco, vas siendo consciente, que no ha sido un sueño, que es real. Ayer, 25 de diciembre, el amor de tu vida te pidió que te casaras con él. Te levantas, te haces un café y te sientas tranquilamente a desayunar. Es sábado, no tienes prisa. Estas feliz y emocionada. Empiezas a imaginar como será tu boda, una celebración perfecta, ideal, hecha para vosotros.

Visualizas como será todo. Sois cofrades desde pequeños, ambos de la misma hermandad, lo cual no será un problema, pues tenemos claro donde será la ceremonia. Pero, ¿y ahora qué? Tendremos que reservar la fecha, ¿no? ¡Uy, y habrá que darse prisa! Quiero ese fin de semana especial en el que la Virgen preside el altar mayor… ¿Cuándo se abrirá el libro para la reserva de fecha? Estamos acabando el año, ¿será pronto? ¿Habrá fechas para 2021, o tendremos que cogerla para 2022?

Ilusionada empiezas a buscar por internet información, quizá por eso hayas llegado hasta aquí. Tienes mil dudas, pero la ilusión te embarga tanto que no ves el momento de parar. Se te ha pasado la mañana y no tienes nada claro. Has leído varios post de blog relacionado con ceremonias religiosas, pero ninguna te aclara que debéis hacer para comenzar. Has hablado con tu pareja al respecto y él te dice que confía en tu intuición para encargarte de todo, que él te ayudará, por supuesto, pero que sabe que a ti te hace mucha más ilusión encargarte de los preparativos y por eso lo delega en ti. Lo cual, no te ha ayudado mucho. 

De momento, busca en la página web de tu hermandad información al respecto, en algunas, no en todas, tienen páginas en las que detallan los requisitos y necesidades. Aunque en la mayoría son bastante similares, ya que los trámites son los mismos, cada corporación tiene su protocolo, y es por esto por lo que hay que estar al tanto de cómo empezar en este maravilloso camino. 

Abrirán el libro para la reserva de fechas, casi con total seguridad, a principios de año, algunas parroquias y hermandades, lo abren con unas semanas de antelación al cierre del año, y a veces, lo hacen para beneficiar a sus hermanos en la elección de fechas. Otras, sin embargo, han dejado de abrir los libros anualmente y puedes ir en cualquier momento a reservar cualquier fecha, siempre y cuando tenga una consecuencia lógica: no te van a dejar reservar a día de hoy para mas allá de un par de años vista, es de sentido común. 

Desde el momento en el que tienes esta información, debes saber qué documentos necesitas para esa reserva de fecha. Algunas te piden que dejes una reserva económica y otras, en cambio, nada. Lo normal es que os pidan los nombres completos de ambos, la fecha que queréis reservar y ese donativo como reserva.

 

Tres Primeros Pasos para Casarte en tu Hermandad

 

  • Busca en la web de tu hermandad información al respecto, no todas lo tienen. De hecho, solo algunas lo tienen. Pero es el primer paso antes de saber a quien y como dirigirte.
  • Llama o escríbeles un correo electrónico solicitando información, o si has encontrado el horario de atención al cliente presencial, podéis acercaros y preguntar. De esa manera quizás reservéis en esa primera visita y matáis dos pájaros de un tiro.
  • Llevad preparados vuestros DNI. Es un documento indispensable para que os puedan hacer la reserva. En la mayoría de las parroquias y hermandades es suficiente, en este primer momento, aunque en algunas os pedirán un donativo económico como reserva. 

 

 

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