Hace ya casi un año. Un año, desde que en mi cabeza se empezara  fraguar la idea de crear esta editorial. Bueno, miento, mucho más de un año, porque las ideas en mi mente siempre aparecen muchos meses antes de que finalmente las pueda llegar a materializar.

Ahora mismo, tengo en mente dos nuevas ideas para dos nuevas editoriales. Y a Dios gracias que mi creatividad siempre está latente. El tiempo es el que es y me faltan horas en el día.

Fue allá por el mes de abril del pasado año, cuando le cuento mi idea a Alejandro de Blanco White y no se lo pensó dos veces antes de decirme que sí. 

 

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

Y ya íbamos contra reloj. La idea era aprovechar los campos de lavanda de la Finca Las Coronas antes de su recogida, y claro eso es solo durante unas semanas determinadas, se nos estaba echando el tiempo encima.

Rápidamente, volví a contactar con mis incansables Andrea y Mane, mi pareja favorita que siempre se presta para todo. Y buscamos vestido, traje, joyería, maquilladora e invitaciones.

Al principio, la idea primitiva era mucho más grandiosa. El diseño original pasaba por una mesa en un altozano, con iluminación colgante y alfombras de mimbre.

Sin embargo, el tiempo apremiaba y los proveedores no daban a basto, con el aluvión de bodas, que por aquel entonces estaban volviendo a poder celebrarse. 

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

Al fin y al cabo, una pequeña y coqueta capilla perteneciente a la finca fue el lugar elegido para la ceremonia. Apenas tuvimos que hacer algunos cambios.

Unas cortinas de damasco, un par de candelabros y velas, un misal y una pintura de la Esperanza Macarena presidiendo fueron suficientes para crear nuestro pequeño rincón donde Andrea y Mane se darían el «Sí, quiero».

La Macarena es obra de Victoria López, una artistaza, jovencísima, que nos encandiló desde el primer momento con su arte.

El peinado y maquillaje de Andrea corrieron a cargo de la encantadora Silvi Freire. Profesional donde las haya que se atrevió a disfrutar con nosotros de una calurosa, pero preciosa tarde de finales de junio en la lavanda. 

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

El vestido de Johanna Calderón, una gozada, indescriptible como pudo disfrutar Andrea de su vestido en plena campiña, corriendo por los campos de lavanda y olivares.

El traje de Mane, como siempre de Rafa de Sastrería 7, no puedo estar más contenta de tenerle con nosotros, es todo amor y su trabajo inigualable. Siempre con una sonrisa y adaptándose a lo que el cliente le pide. Mane lo tiene claro, siempre acude a Rafa para cualquier ocasión.

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

La joyería de Oui petit y diseño de mis queridas Weddings with love. Son todo amor. Sencillas, coquetas e ideales. 

Y la papelería de la genialísima Lola Azcoytia que plasmó a la perfección la idea que le intenté transmitir una mañana tomando café. 

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

La mesa entre caminos. Íntima, sencilla, casual, campestres, única, como ellos son, improvisada, sí, salía el mantel volando, los marcasitios volando, había arañas, la vela se apagaba…

Una aventura, a pesar del calor, el aire y las alergias no nos dejaban tranquilos. Más tarde un paseo por la lavanda y la puesta de sol, privilegiados que pudimos disfrutar de aquello.

Y una anécdota, una alianza perdida y encontrada con linternas varias, en la noche y por todos los lugares de la finca por los que habíamos estado. ¿Qué te parece?

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

Basada en la belleza y calma que transmite la lavanda. Esta editorial buscaba plasmar el romanticismo y tranquilidad de una puesta de sol en pleno campo de lavanda. 

“Violeta y Antonio se conocieron en una excursión senderista en plena sierra de grazalema. Ella, acudió acompañando a su mejor amiga. Fue esta quién se percató que Antonio, desde el principio de la ruta, no le quitaba ojo a Violeta.

A lo largo del día se atrevió a acercarse en un par de ocasiones y comentar alguna anécdota e historia, nada destacable, sin embargo, al marcharse y despedirse se acercó a Violeta y dándole dos besos se marchó.

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

Violeta al llegar a casa y desvestirse encontró en el bolsillo de su chaqueta una tarjeta que decía: “Nos vemos el domingo en la Lavanda” junto a unas coordenadas y una hora.

Violeta, al principio no supo de qué se trataba, pero le pudo la curiosidad y se lanzó a conocer y desentrañar aquel misterio.  

Puso en marcha su coche y el GPS de su móvil que la llevó por unos preciosos caminos hasta la campiña sevillana donde al llegar pudo ver asombrada el inmenso campo de lavandas que se mostraba ante sí.

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

Y allí, en el centro de ese aroma se encontraba Antonio. Había preparado un picnic y esperaba expectante a Violeta. Él, no sabría si ella finalmente vendría, pero allí estaba.

Desde ahí, y hasta hoy no se han separado. Muchas cosas en común, ideas de vida parecida y un sueño por cumplir.

Se prometieron dos años más tarde. Antonio quiso sorprenderla y así fue, se arrodilló en la puesta de sol en el centro del campo de lavanda, donde cada año celebraban su aniversario, y ella, como no, dijo que Sí…

Y comenzaron los preparativos, una boda sencilla y llena de significado para ellos”.

 

Fotografía: @blancowhitefotografia

 

Colaboradores:

Fotografía: Blanco White @blancowhitefotografia

Maquillaje y peluquería: Silvia Freire @silvifreire

Novia: Andrea @andrea_mha03

Novio: Mane @mane_4609

Lugar: Hacienda Finca Las Coronas @fincalascoronas

Vestido: Johanna Calderón @johannacalderon_design

Complementos: Weddings with love y Oiu Petit @weddingswithlove @ouipetit

Traje: Sastrería 7 @sastreria7

Cuadro Macarena: Victoria López @victorialopezart

Papelería: Lola Azcoytia @lolaazcoytia

Diseño y organización: Anaïs – Bodas y Eventos @anais_bodasyeventos

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